Una consulta de descendientes revela otro caso de deportaciones
Saturnino Tobajas Medina tenía 49 años en 1920, cuando viajó de Vigo a Nueva York a bordo del SS Manchuria. Le acompañaba su hijo mediano, Isidoro, de 15 años. Saturnino era de oficio zapatero, se dedicaba a reparar y fabricar zapatos , llegando a tener hasta 5 o 6 trabajadores. Su mujer se llamaba Soledad Arellano Nuñez y eran padres de 7 hijos.

En la lista de pasajeros del Manchuria se ve que les acompañaban dos paisanos del mismo pueblo extremeño: Juan Suárez (de 39 años) y Antonio Blanco (de 25 años), todos de Monterrubio, Badajoz. Los cuatro declararon que pensaba recibirlos en Nueva York un amigo de apellido Suárez, que vivían en la Calle 14, en el corazón de la barriada española.
Saturnino e Isidoro por lo visto nunca llegaron a pisar la Calle 14. Por alguna razón –la familia sospecha que quizá fuera por un problema de salud del joven– no fueron admitidos al país. Sus nombres reaparecen un mes después en una lista de 13 pasajeros del SS Hamburg deportados a Vigo. Según los apuntes escritos a mano en el manifiesto del barco, algunos de los treces habían llegado como polizontes (“stowaways”); otro, porque tenía tracoma, una enfermedad contagiosa de los ojos; en cambio, Saturnino y Isidoro fueron denegados entrada, según las notas, porque alguien había dictaminado que eran “LPC” o “likely public charges”, es decir, que era probable que acabaran necesitando de ayudas públicas para sobrevivir. Desafortunadamente, no hay más detalles sobre lo que les puede haber llevado a las autoridad a llegar a esa conclusión.
Nos cuenta un bisnieto de Saturnino:
“Debido a la aventura de Saturnino con su hijo mediano Isidoro tuvieron que vender la casa junto con el taller zapatero sito en la misma y en la que vivía toda la familia e irse de alquiler, además también tuvieron que vender dos olivares y una viña, cosa que dejó a la familia en una situación económica complicada en aquellos tiempos. Después de aquello y siendo una familia numerosa deambularon por diferentes casas de alquiler por el pueblo y se buscaban la vida como buenamente podían.
Soledad, la mujer de Saturnino se dedicó al estraperlo de aceite entendemos que para sobrevivir después de la aventura de su marido.
No sabemos el motivo de la muerte de Saturnino pero al parecer al poco tiempo de volver de ese intento fallido de hacer las américas enfermó de algo que desconocemos y al poco tiempo murió. Isidoro ya de adulto se dedicó al trabajo en el campo.”
Estamos intentando ayudar a la familia a entender cómo habrá sido la estancia en Ellis Island ese otoño de 1920, y quiénes eran los paisanos que viajaban con Saturnino e Isidoro.
